Criticó “las estrategias que buscan debilitarla, reemplazarla por la economía o dominarla con alguna ideología”.
El Papa Francisco expuso ante los líderes en la Cumbre del G7. Envió un mensaje contra quienes consideran que “la política hoy es una mala palabra” y criticó “las estrategias que buscan debilitarla, reemplazarla por la economía o dominarla con alguna ideología”.
“Ciertamente para muchos la política hoy es una mala palabra, y no se puede ignorar que detrás de este hecho están a menudo los errores, la corrupción, la ineficiencia de algunos políticos. A esto se añaden las estrategias que buscan debilitarla, reemplazarla por la economía o dominarla con alguna ideología. Pero, ¿puede funcionar el mundo sin política? ¿Puede haber un camino eficaz hacia la fraternidad universal y la paz social sin una buena política?”, señaló.
Y agregó: “Nuestra respuesta a estas últimas preguntas es: ¡no! ¡La política sirve! Quiero reiterar en esta ocasión que ante tantas formas mezquinas e inmediatistas de política […], la grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo. Al poder político le cuesta mucho asumir este deber en un proyecto de nación y más aún en un proyecto común para la humanidad presente y futura”.
También habló sobre la inteligencia artificial, a la que definió como “un instrumento extremadamente poderoso y fascinante” pero “tremendo”.
“Necesitamos garantizar y proteger un espacio de control significativo del ser humano sobre el proceso de elección utilizado por los programas de inteligencia artificial. Está en juego la misma dignidad humana”, aseguró.
“Precisamente sobre este tema, permítanme insistir en que, en un drama como el de los conflictos armados, es urgente replantearse el desarrollo y la utilización de dispositivos como las llamadas “armas autónomas letales” para prohibir su uso, empezando desde ya por un compromiso efectivo y concreto para introducir un control humano cada vez mayor y significativo”, indicó, y añadió: “Ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano”.
“Mi reflexión sobre los efectos de la inteligencia artificial en el futuro de la humanidad nos lleva así a la consideración de la importancia de la “sana política” para mirar con esperanza y confianza nuestro futuro”, sostuvo el Sumo Pontífice.
“Corresponde a cada uno hacer un buen uso de ella, y corresponde a la política crear las condiciones para que ese buen uso sea posible y fructífero”, completó Francisco.