Desde el gremio hablaro sobre la situación de la pediatra de Sáenz Peña, quien sufrió un ataque en el centro de salud donde trabaja.
La Asociación de Profesionales, Técnicos y Auxiliares de Salud Pública del Chaco (Aptasch) expresó su “fuerte repudio a todos los hechos de violencia que sufren los y las trabajadoras de salud públicas en los centros de salud de toda la provincia”, al tiempo que exigió al Gobierno provincial “tomar medidas de forma urgente para garantizar seguridad a los trabajadores sanitarios”.
El caso de la médica pediatra Melisa Isleño, que sufrió una fractura de la tibia luego de ser atacada por la madre de un paciente en el Hospital 4 de Junio de Presidencia Roque Sáenz Peña, “volvió a exponer las graves falencias en materia de seguridad que tienen los establecimientos sanitarios de la provincia desde hace muchísimo tiempo”, dijeron.
En ese marco, el gremio expresó que es de una “alarmante gravedad la situación vivida por la Dra. Isleño, con quien ya nos pusimos a disposición para acompañarla en todo lo necesario”, y agregaron que “no se trata de un hecho aislado sino que, por lo contrario, semana a semana, desde hace muchos años, recibimos denuncias de episodios de violencia tanto en el área metropolitana como en diferentes puntos del interior provincial”.
Sobre ello, Aptasch manifestó que “detrás de los episodios de violencia que sufren los trabajadores, hay problemas que no se solucionan: falta de seguridad en las instalaciones y escasez de insumos y recursos humanos suficientes para la alta demanda de los vecinos”.
“Nada justifica la violencia hacia un trabajador o trabajadora, pero es el Estado el que debe dar las soluciones necesarias para erradicar las situaciones violentas en los centros de salud, pero está es el propio Estado el que está ausente al igual que las fuerzas de seguridad y la justicia que no actúan ni acompañan la política de tolerancia cero a los hechos, generando que los mismos se naturalizan en muchos lugares en perjuicio de los trabajadores”, detallaron.
También, recordaron desde el gremio que “tras la muerte de la enfermera Delia Medina, que trabajaba en el centro de salud del barrio Santa Inés y fue asesinada a balazos tras salir de su trabajo, se redujo la carga horaria de los trabajadores de los centros de salud barriales tanto en el ingreso como en el egreso para evitar que los mismos sean en horarios donde no hay luz de día, principalmente en el invierno, ya que eso generaba situaciones de robos y ataques hacia los trabajadores que llegaban o se iban de su trabajo. Esto cambio durante este 2024 a través de una disposición de la Región Sanitaria 8, volviendo a los horarios anteriores, lo que implica un retroceso en materia de resguardar la integridad física de los trabajadores y vuelve a exponerlos a situaciones críticas”.
Finalmente, Aptasch volvió a ratificar su postura de lucha para erradicar todo tipo de violencia hacia los trabajadores de salud pública, “un compromiso que sostenemos y por el cual trabajamos desde el primer día de nacimiento de este gremio”. En esa línea, exigieron al gobierno provincial “tomar las medidas necesarias para garantizar la integridad física y la vida de los trabajadores”