El anuncio se da luego de que ayer se reunió el ministro de Economía, Luis Caputo, con los supermercados.
Con la idea de bajar la inflación, en especial en los precios sensibles para el bolsillo de los argentinos, el Gobierno nacional anunció la apertura total de las importaciones de alimentos. Así lo confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien explicó que los detalles se darán a conocer en las próximas horas.
“Se ha tomado la determinación de abrir definitivamente las importaciones de determinados productos de la canasta familiar, en pos de poder hacer los precios más competitivos y en beneficio de las familias y los consumidores argentinos”, señaló el vocero presidencial.
En su habitual conferencia de prensa, el vocero del Presidente adelantó que habrá una quita de impuestos a los productos importados de la canasta básica “para ayudar a la corrección de precios y acelerar la normalización de los mismos”.
Adorni aún no detalló cuáles serán los productos que integrarán la lista de apertura de importaciones.
El anuncio se da luego de que ayer se reunió el ministro de Economía, Luis Caputo, con los supermercados, para abordar la situación de los precios de la canasta básica. El funcionario hizo particular hincapié en el hecho de que los precios de los productos de consumo masivo no reflejan hoy la nueva realidad económica.
En este sentido, se debatieron alternativas para combatir la suba desmedida de precios y proteger de este modo a los consumidores.
Otro de los puntos en que hizo especial énfasis fue en “bajar la inflación, que es la prioridad para poder estabilizar la economía, y así dar inicio a un ciclo de crecimiento que permita la baja de impuestos” y les reconfirmó que el país no cambiará su curso económico, mas allá de los vaivenes políticos.
Desde el Gobierno vienen planteando la disconformidad por los fuertes incrementos que se exhiben en las góndolas en forma de cobertura ante el temor de un panorama más complicado y el papel de los descuentos o bonificaciones como mecanismo para atenuar el impacto de la suba.
Ante esto, consideraron que debe primar el precio real de los productos a la hora de comercializarlos.