Entró a la Legislatura provincial una iniciativa por un monto de $15 mil millones.
El gobernador La Rioja, Ricardo Quintela, envió este martes al Congreso provincial el proyecto para que la provincia pueda emitir su moneda propia, por un monto de $15.000 millones.
“No quiero que la gente nuestra se muera de hambre”, había dicho el mandatario sobre este tema, al adelantar la posibilidad de la cuasimoneda.
En esa línea, Quintela señaló que “la moneda funcionaría con un porcentaje en efectivo y un porcentaje en bono, que serán recibidos por la provincia para el pago de los servicios, impuestos y tasas”, y agregó que “en cuanto al comercio, hay que acordar con la Cámara de Comercio para que reciba esta moneda como forma de pago”.
Asimismo, el gobernador riojano sostuvo que la crisis que lo lleva a impulsar esta iniciativa surge a partir de la decisión de Javier Milei de prorrogar el Presupuesto del año pasado, lo que provocó que la inflación anual licuara los fondos provinciales.
Además, Quintela además contó que se encuentra “conversando con algunos gobernadores” para poder llevar adelante “una nueva ley de coparticipación”.
“En este contexto no es una novedad para la provincia la emisión de bonos, herramienta que recurrió en diferentes momentos para afrontar las crisis producto de la imprevisión de los recursos coparticipables federales”, afirmó el Gobierno en la introducción del proyecto, el cual tiene 11 páginas de extensión, publicó Ámbito.
En ese marco, detalla cuáles fueron las otras dos veces en las que la gestión riojana accedió a generar su propia moneda para sostener la situación económica nacional: “La primera emisión se remonta al gobierno de Carlos Menem en 1985 (Ley N° 4534) y la última en el año 2001 (Ley N° 7113) que respondieron sustancialmente a cumplir con obligaciones salariales y la prestación de servicios”.
Por último, Quintela sostuvo que “el proyecto que se propone a consideración de la Cámara de Diputados, busca dotar a la provincia de una herramienta que combine las nuevas tecnologías, con la impronta de la realidad económica”.